Tradición milenaria de los caballos chinos: el Hequ

La crianza de caballos en China tiene una historia tan antigua como fascinante. A lo largo de los siglos, los caballos han sido fundamentales no solo para el transporte, sino también para la guerra, el comercio y la agricultura. Una de las razas más notables que ha perdurado en el tiempo es el caballo Hequ, originario de la región montañosa de China.

El origen del caballo Hequ

El caballo Hequ tiene sus raíces en la antigua dinastía Tang (618-917), cuando el emperador estableció una granja dedicada exclusivamente a la crianza de caballos para la caballería. Con el fin de mejorar las cualidades de los caballos locales tibetanos, se importaron animales de Asia Occidental, lo que dio lugar a una mezcla de razas que produjo el robusto y resistente caballo Hequ. Este caballo recibió su nombre de la región donde se criaba originalmente, Hequ, que significa «recodo de río», ubicada a más de 3,000 metros de altitud, una zona de clima frío pero húmedo en verano.

La evolución del Hequ

Uno de los factores más interesantes en la evolución del caballo Hequ es la influencia extranjera en su genética. Durante la dinastía Tang, la raza fue mejorada mediante la importación de caballos de Dawan, una antigua región que incluía Fergana, hoy en día parte de Uzbekistán, conocida por su raza Akhal-Teke, famosa por su velocidad y resistencia al frío. Estos caballos extranjeros se cruzaron con los tibetanos, creando una raza más fuerte y apta para los desafíos geográficos de China.

Más tarde, durante la dinastía Yuan (1279-1368), los mongoles invadieron el territorio chino y sus caballos, especialmente los de la tribu Xianbei, también se cruzaron con los Hequ. Esta mezcla adicional aumentó la diversidad genética de la raza, haciéndola aún más resistente.

Variedades del Hequ

Actualmente, la raza Hequ tiene tres variedades principales: Jiaode, Suoke, y Kesheng. Cada una de estas variantes se ha desarrollado en diferentes regiones y está adaptada a las condiciones locales, lo que ha permitido que esta raza prospere en territorios tan variados como la región autónoma de Xinjiang y la provincia de Qinghai.

Estas variedades tienen características únicas, aunque todas son conocidas por su capacidad para soportar trabajos duros en terrenos difíciles. Los caballos Hequ son utilizados principalmente como animales de carga, para deportes ecuestres y para montar. En algunas zonas rurales de China, también se emplean para la producción de leche y carne, lo que muestra su versatilidad.

La leyenda de los caballos celestiales de Fergana

Durante la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.), existe una leyenda relacionada con la búsqueda de caballos perfectos que motivó la expansión hacia el oeste de China. Se cuenta que el emperador Wu de Han envió expediciones al reino de Fergana en busca de los míticos «caballos celestiales». Estos caballos, conocidos por su resistencia y velocidad, eran tan valiosos que provocaron guerras y tratados diplomáticos para obtenerlos. Aunque esta leyenda es anterior a la aparición del caballo Hequ, muestra la importancia que los caballos siempre han tenido en la historia china y cómo estas conexiones internacionales influyeron en la creación de nuevas razas.

El caballo Hequ en la actualidad

Hoy en día, la crianza del caballo Hequ sigue siendo un importante pilar en las zonas montañosas de China. Su área de distribución comprende unos 11,000 km² en la provincia de Qinghai. Aunque se le conoce también por los nombres de Nanfan y Khetsyui, sigue siendo una raza valorada por su fortaleza y versatilidad. Sin embargo, la crianza de esta raza ha pasado de ser una prioridad militar a enfocarse más en deportes ecuestres y usos agrícolas.

Conclusión

El caballo Hequ es un testimonio viviente de la larga y rica tradición de la cría de caballos en China. Desde las antiguas dinastías hasta la actualidad, estos caballos han sido un pilar para la vida en las montañas de China. La influencia de otras culturas y razas a lo largo de la historia no solo ha mejorado la genética de esta raza, sino que ha fortalecido su relevancia a lo largo de los siglos. Hoy, el caballo Hequ sigue siendo una parte esencial del paisaje chino.

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