El jinete tiene que ser conciente de sus más leves acciones ya que constantemente se está comunicando con su caballo a través de un idioma que en ocasiones ni él mismo percibe. Si el jinete se asusta, tensa sus músculos y contiene su respiración, su caballo reflejará sus acciones y al instante se asustará. Incluso con el caballo parado y sin que el jinete tenga ninguna intención de ponerlo en movimiento, el caballo detecta si su jinete le transmite confianza o al contrario, si debe inquietarse porque siente o presiente que su jinete está en tensión. Todas las acciones del jinete, en su conjunto o aisladamente produce un efecto en el caballo.
Manos sin piernas, piernas sin manos
Para no incurrir en darle al caballo órdenes contrapuestas, se pone en práctica uno de los principios de Baucher: manos sin piernas, piernas sin manos.
Si la pierna sirve para impulsar y la mano para retener, la aplicación simultánea de ambas son incompatibles.
Acelerar y frenar un motor al mismo tiempo no es conveniente. Es más lógico soltar el acelerador para pisar el freno y liberar el freno para acelerar.