El pelaje está suave y brillante.
Su estómago no está hinchado,
Músculos compactos.
Muestra interés por su entorno.
Tiene movimientos energéticos.
No está ni muy flaco ni muy gordo.
Cuando entrena normalmente no respira con dificultad.
Come todo el alimento.
Sus ojos brillan.
Su oreja está atento a todos los ruidos del entorno.
No parece cansado y desanimado.
Los cascos están saludables, y duros.
Alimentación adecuada
Ejercitar y moverse al aire libre
Descanso después del trabajo
Evitar el estrés
Aseo diario incluyendo la protección de los cascos, vacunas adecuadas, chequeo constante del veterinario
Ejercicio, movimiento
Importante brindarle al equino suficiente espacio para que se pueda mover, y trabajo suficiente sin sobre exigir, reventar al caballo.
Antes de empezar el trabajo con el caballo calentar los músculos para que no se acalambre la musculatura. Después de terminar el trabajo dar unas vueltas también para que el latido del corazón vuelva a la normalidad y dejarle al animal que estire su cuello.
Después del trabajo agotador el descanso merecido.
El estrés permanente no solamente puede ser dañino para el humano sino también para el caballo. Si el caballo rinde bien cuando se trabaja con él, o después de una cabalgata, bien merecido el descanso, y si el caballo no puede reponerse después del trabajo cansador eso para largo plazo puede afectarlo y perjudicarlo en su salud y puede causar diferentes enfermedades.