Los caballos tienen la capacidad de nadar, aunque no todos nadan espontáneamente. Algunos tienen miedo al agua, otros no, es cuestión de la oportunidad, y del entrenamiento. La natación no es recomendable a todos los equinos: los caballos de carrera a veces se enferman de cólico a consecuencia de esta disciplina. Los animales que están acostumbrados al agua, gozan el nadar. Existen piscinas para entrenar animales, y para natación terapéutica.
La granja donde yo pasaba los veranos, se encuentra en Dunaalmás, a la orilla del Danubio. Me tocaban los cumpleaños en el campamento de verano. El dueño de la granja, István, en una ocasión me sorprendió con festejarme en el Danubio, llevando a nadar con caballos.
Monté detrás del dueño de la granja y estábamos galopando en la orilla del agua. Fuimos muchos jinetes. Hacía mucho calor. Los caballos relinchando, los niños chapoteando – fue una experiencia muy especial. A mi caballo favorito, que se llama Cuento, le encantaba nadar, se metía hasta el fondo del agua se le veía solamente la cabeza. Nadar con caballos en aguas profundas es grato, pero muy demandante físicamente al equino. Por eso el dueño me mandó a salir más a la orilla. Además, habían niños principiantes con nosotros, que no tenían tanta experiencia. Al fin y al cabo, nadar con caballos es muy entretenido, pero hay que tener cuidado. Si el jinete no sabe nadar, debe usar chaleco de seguridad.