Los famosos «csikós» húngaros, y el «quinteto de la puszta»
Muchas manadas de potros pastaban durante todo el año en la gran llanura húngara, en la «puszta» en tiempos antiguos. Nuestros ancestros llegaron a la Cuenca de los Carpatos a caballo, desde hace más de 1100 años.
Los pastores de las manadas eran excepcionalmente hábiles, cultivaban todo un arte de trabajar con los potros.
Hoy en día solamente en dos lugares se cuida a los caballos de la manera antigua, en Bugac y en Hortobágy. Los «csikós» usan la ropa típica, y aperos tradicionales. Usan un apero muy tradicional que se llama » patrac», es similar a una montura pero sin cincha. Los «csikós» tienen grandes habilidades en saber acostar al caballo. Cuando había viento fuerte o cuando los enemigos atacaban, esto salvaba al caballo y al jinete. La atracción grande es el » puszta ötös», o sea, «el quinteto de la llanura». Se trata de que el «csikós » se para en el lomo de los dos últimos caballos, vestido en la ropa tradicional trotando o galopando a gran velocidad. Él tiene en una mano las riendas de los cinco caballos. En la otra mano mantiene un largo látigo que ellos fabrican, que se llama» karikás ostor». Con éste hacen verdaderas coreografías en el aire, produciendo chasquidos muy fuertes.
La idea del «quinteto de la puszta» se le ocurrió a un pintor austríaco hace más o menos cien años. Ludvig Koch, un pintor de origen austríaco en el año 1890 creó un grabado en cobre. En el cuadro se veía un cartero que estaba de pié encima de 5 caballos que estaban galopando para poder llevar lo más rapido posible la carta al lugar de destino.
El cuadro se descubrió en los años 1950. Béla Lénárt, un jinete y entrenador famoso, optó a realizar la fantasía del pintor. Se presentó por primera vez en La Exposición Nacional de Agricultura de Hungría, en 1958. Mucha gente aprendió de Béla Lénárt este espectáculo peligroso y muy riesgoso. Asi llegó a Bugac, en la llanura húngara. El espectáculo se hace de la siguiente forma: el jinete esta de pié encima del lomo de los dos últimos caballos. Delante de él hay 3 caballos que van trotando y después galopando con gran fuerza, el contacto con los caballos es solamente con las riendas, con las que va guiando, manejando. Se necesita un equilibrio y una disciplina muy grande para realizarlo.
Para poder formar el «quinteto de la puszta» se necesitaban csikós húngaros. No puede faltar de ninguna presentación ecuestre en las llanuras húngaras los «puszta ötös».
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