Incluso a gente del mundo del caballo con mucha experiencia, le gusta intervenir cuando su yegua va a parir. Nuestro afán de controlar creyéndonos superiores nos empuja, a veces, tal vez con intención de ayudar intervenimos en el nacimiento de su potrillo.
Y encima nos lo creemos, pensamos que sin nuestra actuación no habría salido bien.
Conozco a ganaderos que han tenido pocas oportunidades de ver parir a sus yeguas. Millones de años antes de la domesticación parieron solas y lo siguen haciendo.
http://dmurielholgado.blogspot.cl/2012/02/el-parto-de-la-yegua.html