El riesgo de accidente cuando se monta a caballo es similar al de otras actividades deportivas de riesgo, pero la gravedad de la lesión puede ser mayor.
La mayoría (60-65%) de las lesiones graves se producen cuando el jinete cae del caballo. A menudo es además arrastrado o aplastado por el mismo. No obstante, más de un tercio de los accidentes ocurren cuando el jinete no está montado, sino realizando labores como cepillar o alimentar al caballo o, simplemente, estando lo suficientemente cerca como para recibir una patada o un mordisco. El jinete no tiene sensación de peligro y no cree necesario llevar los sistemas protectores.
La mayoría de las lesiones relacionadas con el caballo son contusiones, abrasiones y fracturas. La cabeza y el cuello son las partes del cuerpo afectadas con más frecuencia, seguidas por las extremidades. Son más habituales en niñas y entre los 10 y los 13 años. Las lesiones intracraneales son la principal causa de muerte en los niños.