La domesticación de los caballos dio lugar a cambios fisiológicos significativos en este animal, que tuvieron lugar a raíz del uso que le dieron los humanos para satisfacer sus necesidades, reveló el lunes una investigación genética internacional.
Los científicos secuenciaron el genoma de antiguos caballos originarios de Rusiaa partir de huesos fósiles de 16.000 a 43.000 años de antigüedad, una era muy anterior a la domesticación de estos equinos, que se remonta a unos 5.500 años atrás.
Luego compararon estos genomas antiguos con los de cinco especies modernas de caballos domesticados, así como con el genoma del caballo de Przewalski, la única raza salvaje que no se ha extinguido y que fue descubierta en Mongolia en 1879.
«Estos genes bien podrían ser los que transformaron a los caballos de animales salvajes en animales dóciles, como los conocemos hoy en día», agregó.
Pero todo proceso de domesticación tiene un costo si conlleva una acumulación de mutaciones genéticas que atentan contra la diversidad.
Este fenómeno ya fue constatado en plantas cultivadas como el arroz y en otros animales como los perros.
La domesticación del caballo permitió revolucionar la civilización y las sociedades humanas, al facilitar el transporte de personas y mercancías, así como la propagación de las ideas, las lenguas y las religiones.
Los caballos también revolucionaron la manera de hacer la guerra, con el advenimiento de los carruajes y la caballería. Más allá del campo de batalla, también facilitaron la agricultura, añadieron los investigadores.