La calidad del forraje puede sufrir un deterioro a causa del almacenamiento inadecuado. La fermentación comienza cuando el forraje apenas está cortado. La oxidación enzimática y la actividad de las bacterias y los mohos causan pérdidas, con generación de calor.Para disipar el calor, se necesita airear el cultivo. Hay que revolver y esparcirlo inmediatamente.
Se producen mohos, cuando cae lluvia en el forraje cortado que todavía no está totalmente seco.
Si el cultivo no está lo suficientemente aireado como para disipar el calor pueden ocurrir daños importantes, incluso, en casos extremos, puede producirse una combustión espontánea. Revolver y esparcir el forraje debe ser una operación inmediata y adecuada.
El heno mal curado o con mohos, será rechazado por los caballos. Enn algunos casos, podrá contener micotoxinas, que son causa de intoxicación alimentaria. El heno con moho es fuente de una enfermedad humana que se conoce como pulmones del agricultor.
El almacenamiento del heno tiene que ser libre a lo máximo de roedores y parásitos. El moho y los parásitos son causas importantes de cólico.