Para el caballo, el elemento más importante de su dieta es el forraje. El caballo ha evolucionado desde hace millones de años como un animal de pasto con un sistema intestinal que está adaptado a una dieta que contiene altos niveles de fibra vegetal. Para aguantar un mayor nivel de trabajo y competición, el ser humano se ha visto obligado a incluir pienso en la dieta base de forraje del caballo, pero el forraje es siempre el punto de partida para una dieta correcta. Todo nutrólogo basa sus recomendaciones para el caballo dependiendo del suministro de forraje más el pienso apropiado. Pero exactamente ¿Cuál es la definición de un buen heno?
El forraje en la dieta del caballo tiene varios papeles. No sólo sirve para aportar calorías, sino que además debe entretener al caballo mientras come, proporcionar ciertos nutrientes para su metabolismo y estimular los intestinos para que puedan mantener una flora intestinal equilibrada.
Los forrajes apropiados para el caballo pertenecen a 3 tipos de categorías. En primer lugar encontramos los henos de tipo hierba que incluyen la familia de los fescues, kikuyu, ryegrass y bermuda que pueden tener un nivel proteínico de entre 6 a 11%. La segunda categoría es del grupo que incluye la alfalfa y el trébol, los cuales tienen niveles mucho más altos de proteínas, a veces hasta un 18%. Estos parecen más bien árboles en miniatura y su contenido vitamínico está en su mayor parte en la hoja de la planta.
El tercer tipo de forraje es el heno producido con plantas de cereales (normalmente avena) que se cortan mientras que todavía están verdes y antes de segar la semilla. Este tipo de heno se utiliza de manera similar al heno de hierba pero tiene más valor nutricional si contiene semillas. Se puede también plantar veza con avena para aumentar el valor nutricional del forraje producido. Sin embargo el nivel de lignina y sílice puede hacer este tipo de forraje menos digestible y si se corta tarde o si se pierde la semilla cuando se siega, su nivel nutricional será más comparable a la paja.
Digestibilidad versus Valor Nutricional
Una planta o cualquier elemento en la dieta del caballo puede tener cierto valor nutricional, pero si no es absorbido con eficacia, no llega a metabolizarse. En el caso del forraje, y especialmente la alfalfa, si está segado demasiado tarde, aunque tenga hojas y su nivel vitamínico sea alto, el nivel de lignina hace que el sistema intestinal del caballo no lo pueda digerir y esto puede incluso ser causa de cólico u otros trastornos intestinales.
Los dos factores más importantes para la digestibilidad son el nivel de lignina o el nivel de sílice de la planta. La alfalfa madura tiene mucha lignina. Los forrajes hechos de cereales (avena o cebada) pueden tener un alto contenido en sílice, el cual los hace brillar al sol. Las cáscaras de arroz tienen niveles muy altos de sílice y son indigestas para el caballo.
Como se selecciona un buen heno
La apariencia que tiene el heno es la clave para saber su contenido nutricional. Si es heno de base de hierba, cuando madura aumenta el contenido en semilla y su nivel de energía disminuye. Esto quiere decir que cuanto más maduro se corta el heno, más pobre es su nivel nutricional.
El heno debe estar verde y no quemado por el sol. Sin embargo, en España, es común ver pacas de heno quemadas por fuera pero verdes por dentro. Hay que abrir la paca para asegurarnos que tenga buen color, que huele bien, no debe tener ni polvo ni moho y debe tener algo de hoja. Si es muy grueso, se ha cortado mas tarde y será menos digestible.
Si se aprieta el heno en la mano, no nos debe doler. Si el heno pica en la mano, quiere decir que ha sido cortado muy tarde y tendrá menos valor nutritivo. Es normal ver alguna mala hierba y en principio no tiene importancia. Si se deja caer la paca de heno al suelo, no debe salir una nube de polvo. Saldrá mucho polvo, si cuando se segó la máquina fue ajustada para cortar demasiado cerca del suelo. Y por último, si usted estuviese dispuesto dormir en el heno, es prueba de que este será bastante bueno.
Los Requisitos Físicos del Caballo
La naturaleza del sistema intestinal del caballo está hecha para que el caballo picotee un forraje pobre durante unas 18 horas al día. Tiene ácidos y encimas presentes en todo momento en el intestino para digerir este forraje. Si el intestino del caballo se queda vació porque sólo se le permite comer forraje durante unas horas, estas encimas pueden irritar las paredes del intestino y pueden llegar a causar cólicos o ulceras. Por esta razón, el caballo debe tener suficiente forraje suave a su alcance como para mantener su sistema intestinal estable.
Un caballo debe tomar heno en una cantidad aproximada de un 1% o más del peso de su cuerpo al día. Así que un caballo que pese 600 Kg. puede comer tranquilamente 6 Kg. o unos 3 libros de heno al día. No es aconsejable proporcionar más de 3 Kg. de alfalfa al día porque esto sobrepasa los requisitos de proteínas que tiene el caballo, así pues lo idóneo serían unos 2 a 3 kilos de alfalfa y el resto heno del prado. Por lo menos un 50% de la dieta del caballo debe consistir en forraje. Nunca se debe proporcionar más kilos de pienso que de forraje en la dieta.
¿Cómo se debe crecer o comprar el forraje para su caballo?
Hay diferencias enormes en calidades y cantidades de nutrientes entre unos forrajes y otros. Hay que buscar un vendedor de forraje con una buena reputación y contrastar su producto con análisis para asegurar la calidad de lo que su caballo recibe. Su caballo le estará muy agradecido.
La mejor manera de comprar heno y otros tipos de forraje es acordando un precio por tonelada y en camiones que sepamos lo que cabe de antemano, si es que no tenemos la posibilidad de pesarlo. El peso de una paca pequeña puede variar entre 18 y 23 Kg., o sea, que si acordamos precio por paca, nos pueden infringir una merma del 22% lo cual es bastante habitual. Hay personas que revisan cada etiqueta en el supermercado para asegurar que se llevan a casa el mejor producto, pero luego compran heno sin tener una información fiable sobre su calidad y su cantidad.
¿Cómo elegir el tipo de heno para cada tipo de caballo?
Todos los forrajes deben ser limpios y oler bien, sin polvo ni moho, pero no nos podemos fiar siempre de la apariencia del forraje. Hay variaciones de contenido nutritivo que a veces nos cogen por sorpresa a los que tenemos que comprar heno. Por ejemplo, si recibe un camión de heno de una finca local, y observa que los caballos están realmente bien, pero el año siguiente compra de la misma finca, incluso del mismo prado y los caballos no lo comen bien y pierden peso… ¿Cuál es la diferencia?
Los factores que afectan al contenido nutricional y a si los caballos lo encuentran apetecible o no, son los siguientes:
El Tipo de Planta – Las legumbres como la alfalfa tienen más proteína que el heno a base de fescues, pero una alfalfa de mala calidad puede tener menos proteína que un buen heno de prado a base de fescues.
La madurez de la planta – Las plantas endurecen cuando maduran y se forma el tallo, de forma que cuanto mas pared celular tiene la planta (caña de las herbáceas), menos contenido nutritivo tiene. Cuando la planta tiene un tallo grueso y semillas, el nivel proteínico baja y entonces ya no es apropiada para animales que necesitan niveles proteínicos más altos, como caballos en crecimiento o yeguas lactantes. Sin embargo, este tipo de heno puede ser muy bueno para caballos en descanso o caballos maduros en trabajo medio. Hay que saber lo que necesita el caballo antes de ir a comprar el forraje.
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