Uno de los mayores errores en la alimentación del caballo es la cantidad de comida que debe ingerir. La cantidad de comida debe de adecuarse a peso del caballo e intensidad de ejercicio que realiza, como vimos en este artículo. Hacer lo contrario sería una imprudencia. En cuanto al peso, ya sabemos que la cantidad de comida, entre forraje y pienso, que necesita un caballo está entre el 2% y un 2,5% de su peso vivo, a repartir de diferente manera dependiendo de la intensidad.

Exceso de nutrientes

En este sentido, el exceso de pienso es uno de los errores más comunes. Dar toda la cantidad de pienso que desee el caballo producirá un exceso calórico y de nutrientes, consiguiendo que el caballo tenga sobre peso o que tenga otros problemas derivados de la sobrealimentación, como pueden ser problemas óseos o de tendones.

Misma dieta para todos los caballos

Si tienes muchos caballos, la opción más fácil es dar la misma alimentación a cada uno de ellos. ¡Craso error! Sus características son muy distintas, al igual que los piensos con los que hay que alimentarlos. También es distinto, en función de la actividad que realicen o su peso, como se ha mencionado antes.

Pero también hay que tener en cuenta otros aspectos, como por ejemplo el incremento de nutrientes que necesitan las yeguas en gestación, mucho mayor en proteínas, fósforo o calcio.

De igual manera, el pienso para potro tendrá que ser también distinto, más diseñado a animales en desarrollo.

La calidad del forraje da igual

Muchas veces, nos centramos únicamente en el pienso. Algo muy lógico, ¿por qué pensar en la calidad del forraje? Pues, sencillamente, porque es la base en todas las dietas de los caballos. ¿Cómo no prestarle atención? Un forraje de calidad es fundamental, por lo que darle pasto seco y con mucho palo es poco apetitoso para el caballo, por lo que dejarán de comer.

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