Lo dudo que haya un caballo más feliz que el menorquín. Prácticamente no se usa para trabajar, salvo unos paseos por aquí o por allá. A los habitantes de la isla de Menorca les gustan las fiestas, ya que desde hace doscientos años el caballo menorquín se usa sólo en las fiestas de Sant Joan. Su pariente cercano, el caballo catalán ya se extinguió, sin embargo, el de Menorca no tiene ningún peligro de desaparición.
El caballo menorquín siempre ha sido apreciado tanto para el campo como para montar. Tiene su origen en los caballos meridionales de la Península Ibérica, es pariente del mencionado caballo catalán, y del caballo de la isla grande, de Mallorca. Fue reconocido como raza en 1988 por la Jefatura de Cría Caballar del Ministerio de Defensa de España.
El número del caballo menorquin está creciendo. Existen más de 3 mil ejemplares contabilizados, y la cifra va en aumento, con un promedio de 250 nacimientos anuales.
Actualmente la crianza de la raza se está enfocando – aparte de las fiestas patronales de Menorca – en la participación en eventos deportivos de Doma clásica y Doma menorquina.
Las características principales del caballo de Menorca son: carácter tranquilo y obediente. El color es negro de la capa. Tiene la cola baja de pelo largo y fuerte. Tronco alargado. Las orejas tienen orientación divergente y móviles, y son de tamaño medio.
