Cuántas veces un mal gesto, una mala postura durmiendo o un sobre-esfuerzo nos produce un terrible dolor muscular (especialmente en el cuello y espalda) que limita nuestra actividad diaria? Imaginemos cuantas veces nuestros caballos sufren dolores similares, resultado del trabajo diario, de la exigencia de la competición, de la montura, del efecto de la embocadura y la mano del jinete, de un esfuerzo intenso etc…
Estos dolores rara vez cursan con una cojera por lo que las formas que tiene el caballo de manifestarlos son muy limitadas y a menudo difíciles de entender por sus jinetes (pérdida de rendimiento, menor elasticidad, rigidez a una mano, rehúses al saltar, derribos…). En la mayoría de los casos estas dolencias no son detectadas a tiempo, se “curan solas” o permanecen, llegando a hacerse crónicas y dando lugar a patologías más complejas.
¿Qué son estas dolencias?
Principalmente s
Son dolores musculares, contracturas como solemos llamarlas, pero no sólo eso, a veces encontramos puntos gatillo activos, restricciones miofasciales, fibrosis o cicatrices de roturas musculares antiguas, hematomas dentro del músculo, zonas con un aumento del tono o bloqueos articulares (limitaciones en la movilidad).
Por qué la fisioterapia puede ayudar a mi caballo?
La fisioterapia, al igual que en medicina humana, tiene mucho que ofrecer para la prevención y tratamiento de estas lesiones. Cuando nosotros sufrimos un dolor muscular, o sSospechamos que tenemos una contractura, nuestra primera reacción es acudir a un fisioterapeuta que nos resuelva el problema, y si damos con las manos apropiadas el resultado incluso puede resultar “milagroso”.
Cualquier deportista humano cuenta con un fisioterapeuta que previene y resuelve sus dolencias desde el momento en que éstas comienzan a dar la cara, sin embargo, los caballos, que también son deportistas, rara vez cuentan con esta atención, fundamental no sólo por un tema de bienestar animal sino también para que pueda alcanzar el máximo rendimiento deportivo en su disciplina y para prevenir lesiones que limiten su carrera deportiva.
¿Os imagináis un deportista que no estire su musculatura después de ejercitarse? La mayoría de los caballos no pueden hacerlo, y esta es la diferencia entre un músculo sano y uno dolorido, entre un recorrido sin falta y uno con un derribo, entre ganar una prueba de doma y quedar en segundo puesto, por poner algunos ejemplos.