Para mantener al caballo en perfectas condiciones de higiene es necesario, además de cepillarlo periódicamente y bañarlo. Cada cuánto debes bañarlo dependerá mucho del grado de actividad que haya tenido el animal. Si el animal está cansado y sudoroso después de hacer mucho ejercicio, el baño le ayudará a recuperarse y a relajarse, además de eliminar el sudor y el lodo de su cuerpo. Eso sí, no olvides que antes de bañarle debes pasear un rato con él para dejar que se relaje.
Si puedes, lo mejor es escoger un día soleada para bañarlo. De este modo el animal se va a secar más rápido y evitarás que enferme o que se le irrite la piel.
Para bañar a tu cabello lo primero que debes hacer atarlo en algún lugar cerca del establo y mojar la piel del animal con agua tibia, que le ayudará a relajarse, ya que el caballo probablemente esté nervioso o asustado, sobre todo si es la primera vez que lo bañas tú.
Consejos para bañar el caballo
Aunque a veces no lo tengamos mucho en cuenta, lo cierto es que el caballo también necesita lo que pudiéramos llamar aseo “personal”. Un aspecto importante de ese aso es el cepillado clásico periódico. Pero no basta con eso, también hay que bañarlo.